sábado, 18 de diciembre de 2010

El "shaajo" dignifica.

   Seguro ya se han dado cuenta que soy un poco cuadrada para mis cosas, cuando me propongo algo trato de cumplir, en mi cabeza tengo la misión de escribir una vez a la semana y cuando estoy al borde del ahogo "literario" le aplico varias veces si es necesario.  Esta semana ha sido muerta para este humilde blog, se preguntará el por qué la mujerzuela que escribe demora. Le respondo está trabajando, a razón de eso se viene el temita de la semana.

  Siempre me apestó el compañero de universidad que juraba que ganaría millones al poner una pata fuera del templo del saber y que miraba mal las pegas ajenas que no fueran del mundo leguleyo. Nunca me he hecho muchas expectativas monetarias sobre mi futuro laboral, sólo me gustaría tramitar en derecho de familia (lo más charcha para los levantados de raja, que hay muchos en este medio),  quizás mi fascinación por la ópera y las teleseries brasileñas hacen que me encante el drama y la feminista de trinchera que llevo dentro tiende a exaltarse de pensar en las pensiones a las señoras dueñas de casa que las cagó el marido sistemáticamente por 25 años,  gozar por dentro cuando a un papito corazón se le envía a las suites de la peni a pernoctar, o quitarles el cuidado personal (antes tuición) a las weonas locas que ocupan a sus hijos para sacar plata, difícil pero no imposible. Maldad pero así soy, lo pienso y me río sola como una loca.

  Siempre me ha gustado trabajar, pero por razones que sólo el de arriba sabe nunca me resultaba. El año en supe que me atrasaría  tuve depre, mandé sin ninguna fe los datos como todos los veranos e inesperadamente me llamaron para trabajar part time en una tienda, no me pagaban nada de mal y aprendí caleta.  Pero para qué les voy a mentir, nunca tuve ni un atado con nadie (salvo con las weonas de administración que valían callampa y se creian la raja)  pero notaba que el trato era diferente conmigo y otra compañera que también estudiaba,  a diferencia de las demás chiquillas que eran egresadas del colegio eran cabras humildes con un corazón de oro, me enseñaron todo cuando llegué de verdad un siete, pero me daba rabia porque les pagaban menos y les daban una colación como el hoyo. Lo pasaba la raja pero no faltó el saco de wea que me vio trabajando en eso y se hizo el weón  pasando de largo, yo me reía internamente.

  De verdad encuentro tan malo que haya personas que no se pegan la cachá que todo sirve, ¿qué sacai con tener un título si no sabes tratar con la gente?, ¿ si no das ni los buenos días?. Yo soy de una familia normal de clase media (la de verdad, no de la que Piñera se siente parte), de comuna de la "periferia", de casa pareada que a fin de mes tiene el refri con pocas cosas, como casi todos mis compañeros y conocidos pero hay personas que  tienen problemas de memoria graves, ganan un poco de plata y se les respinga la ñata de inmediato o peor mienten sobre la comuna donde viven, si yo fuera mamá de un weón así le saco la re chucha delante de toda la universidad, aunque pensándolo bien esas cosas son como de educación de la casa.

   Bueno recapitulando como ya saben estoy bien cagá con el estudio desde el punto de vista motivacional, así que pensé en trabajar en algo navideño (no de viejo pascuero, estoy rellena pero nunca tanto). Nuevamente sin querer una pega  concreta me llamaron de una empresa equis que necesitaba alguien que ordenara un poco las fichas del personal y revisara los contratos por una o dos semanas, según lo que me demore, con todas las facilidades para ir y retirarme temprano cuando tenga interrogación, obvio que acepté y como dice el dicho "Juan Segura vivió muchos años" tengo la materia que me toca próximamente ya resumida, llegar y memorizar, la cuevita ni que hubiese sabido lo que pasaría.

   Saludos a todos los panas que pasan por acá, especialmente a las personas que recientemente están comentando y leyendo :)

3 comentarios:

Claudia Corazón Feliz dijo...

De levantaos de raja está lleno Chilito. O Santiago, que sería como Chile, la verdad.

Para mi el trabajo te enseña a tener el cuero duro, a aperrar, cosas que sirven más que la chucha en la vida. Así lo veo yo.

Me alegro que querai cagar a esas conchesumadres que hacen sufrir a sus hijos por cagar al papá. Nada más detestable que esas minas que ocupan a los hijos para chantajear al padre, sin importarles el sufrimiento de los niños. A la hoguera esas hijas de puta!

Saludos.

Claudia dijo...

Suele pasar en este medio, creen que ser abogados (o tinterillos de lindo traje, bolso y zapatos)se resume toda su persona y los planta como "personas de valor" en la sociedad.

Lástima, se olvidan que el trabajo dignifica, que nos hace mejores personas y desarrolla habilidades de empatía y comprensión del medio... finalmente son aquellos que hacen los locos en las audiencias y en reuniones normales de vida social son una lata cuyo único tema de conversación es sobre causas, sus visitas a tribunales, y las lucas que ganan (y que por cierto todos se corren y terminan solos sentados en algun sillon sin que nadie -exceptuando un par fome- se siente a su lado).

Tengo la tranquilidad que trabajar en extras de derecho me han enseñado a comprender a mi cliente, saber el contexto de las cosas, se entender lo que desea, ser empatica, dar un consejo como mujer y entendida en lo juridico y por lo mismo qizas no me haga millonaria, pero le hare tributo al ser de esta carrera que es el servicio social y ayudar a la gente (desde el mas poderoso hasta el mas desprotegido).

No todos piensan ni viven como uno, están en su derecho, pero se pierden de una parte muy importante, no de la carrera, sino que de la vida.

Cazador Oculto dijo...

dicicil labor congeniar el estudio del grado y trabajo, no se entusiasme con los egundo demasiado y pongale pino a lo primero.
de los olvidadizos que mas decir que lo que ha dicho, es nuestra oscura epoca nada mas